Sathnam Sanghera de Empireland: "Para algunos, soy sólo el color de mi piel"

No me he enfrentado a mucho racismo durante mis 21 años en el periodismo. De hecho, recuerdo un solo correo electrónico abusivo durante mi primera década, en el Financial Times, y mi gerente en ese momento estaba tan furioso por mí que investigó más a fondo, descubrió dónde trabajaba la persona y llamó al presidente de la empresa para preguntarle. ¿Qué diablos se iba a hacer con el empleado en cuestión? Pero el abuso racista se ha convertido, en 2021, en una característica mundana de mi vida.

"Estoy seguro de que India estaría encantada de dar la bienvenida a casa a un hijo de tan alto calibre", dice la conclusión sarcástica de una de las muchas cartas furiosas escritas a mano que me enviaron. “Escucha con atención, hombrecito”, comienza otro, firmado, pero